Vivir el presente no garantiza que tengamos un futuro asegurado. Entre otras cosas, suceden acontecimientos que nadie puede prever.
La pandemia nos cogió a todos por sorpresa, nadie podía predecirla y ocurrió. De igual forma la confrontación armada entre Rusos y Ucranianos es un hecho. Tampoco estaba previsto que sucediera y, está sucediendo en este momento.
Sin ir muy lejos, la semana pasada, a los 55 años de edad, después de departir con sus amigos, el “coloso” del puerto de Buenaventura, José E. Rincón, un hombre lleno de vida, amante de la salsa y del “tumbao”, tuvo un aparatoso accidente y falleció.
¿Quién lo diría? Ni siquiera con una “bola de cristal”, ni invocando al más acertado de los “pronosticadores del futuro”, sabemos que va a suceder.
Los seguros de vida se crearon como un “acto de amor” para con nuestros seres queridos. Al final de cuentas, si algo nos sucede, es nuestra familia la que está protegida.
Al momento de nosotros faltar, las responsabilidades y obligaciones continúan; Nuestra familia sigue generando gastos y, nuestros hijos tienen un futuro por descubrir. Aquí surge una pregunta: ¿Tiene tu familia garantizado el futuro económico y la tranquilidad de cumplir sus metas, si tus faltas?
Queremos estar protegidos siempre, es un anhelo muy humano, sin embargo, dejamos esto en manos del destino.
¿Estás seguro que confías en tu destino? ¿Tienes claro que te depara el futuro? ¡¡¡Seguramente no!!!
Todos buscamos estar tranquilos, tener una vida serena, feliz y en paz. Entonces ¿por qué no hacer algo para lograrlo? Pensarás, un seguro de vida ¿para qué? Fácil, es un “acto de amor para con tu familia” y para contigo mismo.
Con tu familia, porque de cierto digo, que, al tenerlos protegidos económicamente, “dormirás tranquilo” y, para contigo, porque cuando te mires al espejo sabrás que pensaste en ellos mientras estás vivo y eso te tranquiliza y mucho.
¿Qué estas esperando para informarte sobre el tema? ¿Tus paradigmas sobre los seguros de vida te limitan?
Nuestra primera recomendación es, infórmate y muy bien. Seguramente cuando lo hagas, tomaras la mejor decisión para ti, y para tu familia.